«Llamé a Terapias Gaia cuando me dio un lumbago. Tenía mucho dolor y estaba bastante deteriorado física y emocionalmente. En la primera sesión los resultados del test kinesiológico daban que la inflamación era producida por la intolerancia a la harina de trigo. Recibí sesiones de masaje, hice cambios en mi alimentación y tomé los complementos nutricionales recomendados. En poco tiempo estaba mejor físicamente, hasta las alergias mejoraban mucho con el tratamiento holístico.
Posteriormente he seguido acudiendo mensualmente para tratar temas emocionales más profundos ya que durante las sesiones me sentía confiado y arropado por la terapeuta. Los beneficios que he obtenido son muchos, tanto a nivel físico como emocional y mental.»